La fotosíntesis es el proceso que utilizan las plantas para convertir la energía de la luz solar en energía química. En este proceso, las plantas absorben la luz a través de pigmentos especiales llamados clorofilas. Estas clorofilas absorben mejor la luz en ciertas longitudes de onda, lo que se conoce como el espectro de absorción de la planta.
El espectro lumínico ideal para la fotosíntesis incluye luz en las longitudes de onda azul y roja, ya que son las que las plantas absorben mejor. La luz azul es esencial para el crecimiento vegetativo, mientras que la luz roja es importante para la floración y la producción de frutos. Las luminarias LED pueden ajustarse para producir la combinación adecuada de estas longitudes de onda, lo que permite una mayor eficiencia fotosintética y una mayor producción de cultivos.
La longitud de onda de la luz se expresa en nanómetros y determina el color de la luz. Por ejemplo, la luz violeta tiene una longitud de onda más corta que la luz roja, lo que significa que la luz violeta tiene más energía.
Además, el efecto Emerson, que es una interacción entre diferentes longitudes de onda de luz, también puede aumentar la eficiencia de la fotosíntesis cuando se expone a la luz roja lejana de 640 nm en combinación con otras longitudes de onda.
El efecto Emerson es una interacción entre diferentes longitudes de onda de luz que puede aumentar significativamente la eficiencia de la fotosíntesis en las plantas de cannabis. Cuando se expone a la luz roja lejana de 640 nanómetros en combinación con otras longitudes de onda, se puede aprovechar el efecto Emerson para aumentar la producción de clorofila y mejorar el rendimiento y la calidad de la cosecha.
Por lo tanto, el uso de luces que emiten luz roja lejana de 640 nm, en combinación con otras longitudes de onda, puede tener un impacto positivo en el crecimiento y desarrollo de las plantas de cannabis, permitiendo un mejor aprovechamiento de la luz y una mayor producción de biomasa.
El espectro azul profundo de 450 nm mes importante para el crecimiento y desarrollo de las plantas de cannabis. La exposición a este espectro de luz puede aumentar la tasa de crecimiento de las plantas, así como la producción de clorofila, lo que mejora la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis.
Además, la luz azul profunda también ayuda a controlar la forma en que crece la planta, influyendo en la distancia entre los nudos y el desarrollo de los brotes laterales. Una deficiencia de este espectro puede provocar plantas débiles y alargadas, con menos hojas y brotes laterales.
El espectro ultravioleta UVA (315-400 nm) puede influir en la producción de resina en las plantas de cannabis. La exposición a este espectro puede aumentar la cantidad de tricomas, que son los pequeños cristales en las flores que contienen los compuestos activos de la planta. Además, la luz UVA también puede aumentar la producción de terpenos, que son los compuestos que dan a la planta su aroma y sabor característicos.
Sin embargo, una exposición excesiva al espectro UVA puede ser perjudicial para las plantas de cannabis, provocando daño celular y un aumento en el estrés oxidativo. Por otro lado, una deficiencia de este espectro puede limitar la producción de tricomas y terpenos, lo que puede afectar negativamente la calidad y cantidad de la cosecha.
En conclusión, el espectro UVA puede ser beneficioso para el aumento de resina en las flores y la producción de terpenos en las plantas de cannabis, pero es importante controlar la cantidad de exposición para evitar dañar la salud de la planta.
Además de los espectros de luz mencionados anteriormente, existen otros que también pueden afectar el crecimiento y desarrollo de las plantas de cannabis. En general, las plantas necesitan una variedad de espectros de luz para crecer y desarrollarse de manera óptima.
La luz verde (500-600 nm) es uno de los espectros de luz que influyen en el crecimiento y desarrollo de las plantas de cannabis. Aunque no es tan esencial para la fotosíntesis como la luz azul o roja, se cree que puede influir en la arquitectura de la planta, afectando la cantidad de ramificaciones y nudos.
Además, la luz verde es muy útil en las horas de oscuridad para iluminar el cultivo y trabajar en él sin afectar el fotoperiodo de la planta. Esto se debe a que las plantas de cannabis no son muy sensibles a la luz verde, lo que significa que no interrumpirá su período de oscuridad y no afectará su crecimiento o floración.
Por lo tanto, se puede utilizar luz verde para trabajar en el cultivo durante las horas de oscuridad sin interrumpir el fotoperiodo de la planta, lo que puede ser especialmente útil en situaciones en las que se necesita iluminación adicional para realizar tareas como poda, riego o inspección. Sin embargo, es importante recordar que cualquier cantidad de luz puede afectar el fotoperiodo de la planta, por lo que es mejor limitar la exposición a la luz verde tanto como sea posible para evitar cualquier impacto en el crecimiento y desarrollo de la planta.
Se ha descubierto que la luz amarilla (570-590 nm) y la luz naranja (590-600 nm) estimulan la producción de hormonas vegetales que influyen en la arquitectura de la planta y la producción de flores. Esto puede resultar en un crecimiento más compacto y una mayor producción de flores. Además, se ha encontrado que estas longitudes de onda pueden mejorar la calidad del sabor y el aroma de la planta.
En conclusión, la luz es esencial para el crecimiento y desarrollo de las plantas de cannabis, y una variedad de espectros de luz puede influir en diferentes aspectos del crecimiento de la planta. Es importante proporcionar a las plantas una combinación adecuada de espectros de luz para promover un crecimiento saludable y una cosecha abundante.